Estado colonial se prolongó
en Poder Judicial de Bolivia
Sucre, 10 feb (ABI).- El presidente del Tribunal Supremo de Justicia
(TSJ), Pastor Mamani, señaló el miércoles que en el viejo Poder Judicial de
Bolivia se prolongó el estado colonial con sus taras, con el derecho liberal
excluyente y discriminador que aún persiste.
"No será fácil transformar la mentalidad con la que hoy se imparte justicia, ésta tiene siglos de antigüedad. Fue en la forma del viejo Poder Judicial boliviano donde se prolongó el Estado Colonial con sus hábitos", indicó.
Mamani sostuvo que las autoridades del TSJ recibieron, hace 4 años y 40 días, un Poder Judicial en colapso, con una pesada carga de causas por resolver, acumulada desde la época colonial, republicana y neoliberal por el que transitó la justicia boliviana.
Ese colapso -dijo- ocasionó problemas en la administración de justicia, con una galopante carga procesal acumulada en juzgados y tribunales de justicia sin resolución, con un déficit de crecimiento de juzgados, de servidores judiciales, con condiciones precarias de las infraestructuras judiciales.
Asimismo recordó que se carecía de los medios tecnológicos, del equipamiento y mobiliario que, sumados a la escasa asignación de recursos económicos al sistema de justicia, generaron una crisis estructural en la administración de justicia.
"Resolverlo no sólo es tarea del Órgano Judicial, sino de todo el sistema político e institucional del Estado Plurinacional de Bolivia", expresó.
El magistrado aseguró que lo que ocurre en la administración de justicia no es un problema independiente del Órgano Judicial, es un problema que acontece y afecta al Estado y la sociedad plural y diversa de los tres órganos del Estado.
"El proceso social siempre es dialéctico, que implica dar pasos hacia la superación", añadió.
"No será fácil transformar la mentalidad con la que hoy se imparte justicia, ésta tiene siglos de antigüedad. Fue en la forma del viejo Poder Judicial boliviano donde se prolongó el Estado Colonial con sus hábitos", indicó.
Mamani sostuvo que las autoridades del TSJ recibieron, hace 4 años y 40 días, un Poder Judicial en colapso, con una pesada carga de causas por resolver, acumulada desde la época colonial, republicana y neoliberal por el que transitó la justicia boliviana.
Ese colapso -dijo- ocasionó problemas en la administración de justicia, con una galopante carga procesal acumulada en juzgados y tribunales de justicia sin resolución, con un déficit de crecimiento de juzgados, de servidores judiciales, con condiciones precarias de las infraestructuras judiciales.
Asimismo recordó que se carecía de los medios tecnológicos, del equipamiento y mobiliario que, sumados a la escasa asignación de recursos económicos al sistema de justicia, generaron una crisis estructural en la administración de justicia.
"Resolverlo no sólo es tarea del Órgano Judicial, sino de todo el sistema político e institucional del Estado Plurinacional de Bolivia", expresó.
El magistrado aseguró que lo que ocurre en la administración de justicia no es un problema independiente del Órgano Judicial, es un problema que acontece y afecta al Estado y la sociedad plural y diversa de los tres órganos del Estado.
"El proceso social siempre es dialéctico, que implica dar pasos hacia la superación", añadió.