La Paz, 10 jun (ABI).- Bolivia obtendrá finalmente después de 16 años la conformación de una comisión de peritos y árbitros que podría designar la Organización de Naciones Unidas (NNUU), cuyo alto tribunal, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) fue invocado por su vecino Chile, para esclarecer si el Silala es río internacional de curso sucesivo, como alega Santiago, ojos de agua, bofedales o agua de manantial, tal como defiende La Paz in situ.
La designación de una misión de NNUU era previsible después de que, a media semana, el gobierno de la presidente Michelle Bachelet confirmó la radicación de una demanda a Bolivia para establecer, desde el punto de vista de la autoridad pericial y técnico, si la verdad y razón asisten a La Paz o a Santiago.
EL PRESIDENTE MORALES TOMA AGUA DE LA VERTIENTE DEL SILALA |
Chile viene de radicar la demanda en la CIJ, 16 años después de salir a la superficie que varias ciudades del norte de Chile, incluso el emporio cuprífero de Chuquicamata, la mina a tajo abierto más grande del planeta y puntal del erario público chileno, se abastecían de las aguas bofedales del Silala.
Antes de las gestiones realizadas por el canciller Javier Murillo de la Rocha (1997-2000), poco y nada se sabía en Bolivia que las aguas del Silala bajaban sin solución de continuidad hacia Chile, a la sazón, 92 años antes.
En 2000, el gobierno del entonces presidente boliviano Hugo Banzer declaró la extinción del contrato de abastecimiento de agua en comodato y entregó la concesión de esos recursos hídricos a una empresa estadounidense.
EN CANAL QUE SE CONSTRUYÓ DEL MANANTIAL DEL SILALA HACIA TERRITORIO CHILENO |
El desvío del Lauca dio por traste otra vez con la relación bilateral y La Paz rompió relaciones diplomáticas con Santiago. La relación se recompuso con parches en 1976, pero el fracaso de la gestión boliviana por una salida al mar terminó por precipitar los vínculos boliviano chilenos, desde entonces en la congeladora.
En las negociaciones Bachelet-Morales de 2007 se habló, como también en 2000, de la conformación de una comisión de peritos internacionales para establecer si el Silala era o no un río o si el sistema de acueductos artificial que lleva el agua montaña abajo hacia Chile implicaba de fuente a cerca de 20 ojos de agua verificables en el departamento boliviano de Potosí, en la frontera con Chile.
Bolivia ha vertido en los últimos 108 años en el desierto de Chile, el más árido del planeta, 13,7 millones de metros cúbicos de agua dulce, equivalentes a un séptimo de lo que presa el Lago Titicaca- emplazado en los Andes sudamericanos sobre una superficie de 8.582 km2 y una profundidad promedio de 200m o lo que contuvo su par sureño, el Poopó, a cambio de nada.
Bachelet aseguró que "hemos decidido tomar la iniciativa" para pedir que la Corte Internacional "se pronuncie sobre si es un río internacional como decimos nosotros".
Chile presentó el lunes último ante la CIJ su demanda en que reconoce que, como si se trattara de río y no de ojos de agua, el Silala nace en territorio boliviano y que la privada empresa de ferrocarriles que dacultó solicitó permiso para el uso de las aguas y realizar obras civiles de canalización.
"El sistema del río Silala (también denominado Siloli) es un curso de agua internacional cuyas aguas superficiales nacen a unos 4.400 metros sobre el nivel del mar en territorio boliviano", señala el punto 1 de la solicitud chilena de inicio de procedimiento expuesto ante la CIJ.
Diversas autoridades bolivianas han cifrado entre 1.000 y 5.000 millones de dólares lo que Chile, que nunca metió la mano al bolsillo para pagar siquiera un cobre, debe a Bolivia por compensación.
El anuncio se verificó a poco más de dos meses que el presidente boliviano Evo Morales anticipara un juicio ante ese mismo tribunal por el uso "ilegal" que hace Chile de esas aguas, que nacen en el departamento boliviano de Potosí y que no han merecido un solo centavo desde 1908 de retribución.
Desde sus manantiales del Silala, emplazados a 4.400 m de altura sobre el nivel de mar, en el sudoeste andino de su territorio y por vía de un sistema artificial de acueductos construido los más probable a principios del siglo XX por obreros contratados por la chilena privada de ferrocarriles Antofagasta Railway, Bolivia ha vaciado, a un pulso de 200 litros segundo ó 350 millones de litros día, tanto agua dulce desde 1908 como para rebalsar el Lago Popoo, también en el sudoeste boliviano y ahora seco debido a los efectos de la temperatura planetaria elevada.
Otras estimaciones cifran en 673,9 millones de cubos de agua lo echado en el Norte de Chile desde los manantiales del Silala.
EL CANAL CONSTRUIDO PARA DIRIGIR EL AGUA HASTA LA FRONTERA CON CHILE |
"Si las autoridades de Chile tienen valores deberían preguntar a La Haya a quién pertenece los manantiales del Silala", escribió en su cuenta Twitter: @evoespueblo, a manera de respuesta.
En 1908 la Antofagasta y la Prefectura del departamento boliviano de Potosí coincidieron en un contrato de derecho público internacional privado para que la empresa canalizara el agua de 90 ojos de bofedal y llevara el líquido al norte de Chile, con el objeto, hasta 1941, de mover las locomotoras a vapor que rodaban por rieles tendidas en más menos 1.000 km en el Norte del longilíneo Chile.
Chile reemplazó las aguas duras (salinas) que echaba a los calderos de las locomotoras por las aguas suaves (dulces) del Silala e hizo funcionar esa industria hasta 1941, cuando se abrió espacios la tecnología del combustible fósil.