Ministro Cocarico denuncia que la
Adepcoca usó dinamitas para frenar
la socialización de la Ley de la Coca
MINISTRO CESAR COCARICO |
El lunes, dirigentes de Adepcoca declararon a Cocarico como persona no grata y afirmaron que no permitirán su ingreso a los Yungas para explicar los alcances de esa norma por considerarla inconstitucional.
"Ahora nos damos cuenta porqué los dirigentes decían 'no respondemos por los posibles actos que le pueda suceder al ministro Cocarico'. Han preparado un grupo de choque de 40 o 50 jovencitos y les han dotado de dinamita", dijo el ministro en una conferencia de prensa en la que denunció el ataque a la población de Arapata, donde brindó el taller de socialización.
"Si uno va al bloqueo de buena fe, no tuviera dinamita. Dinamita había en gran cantidad y, obviamente, eso ha exaltado a los compañeros que estaban concentrados, 4.000 personas junto conmigo", añadió.
Cocarico comentó que por seguridad fue "obligado" por la Policía a dejar Arapata en helicóptero. "No tenemos miedo, vamos a seguir trabajando".
El ministro de Estado lamentó que los dirigentes de Adepcoca estén empeñados en desinformar a los cocaleros del norte de La Paz motivados por intereses políticos y buscando confrontación con los productores de coca del trópico de Cochabamba.
La Ley General de la Coca establece que el país tendrá hasta 22.000 hectáreas legales de cultivos de coca: 14.300 hectáreas en La Paz y 7.700 en Cochabamba; Adepcoca rechaza el cultivo de esa hoja en la región del Chapare.
"El único defecto que tiene (la norma) para los productores que están protestando es que se haya considerado al Chapare como zona productiva. ¿Ustedes creen que si colocamos cero coca en el Chapare va a desaparecer? No, una de las características de producción del Chapare es la producción de coca", explicó.
Cocarico dejó establecido que el Gobierno está abierto al diálogo, corregir y consensuar el Reglamento de la Ley General de la Coca con los cocaleros sin necesidad de generar violencia y provocar enfrentamientos entre productores o con la fuerza pública.
En el Chapare "antes tenían 27.000, 30.000, 37.000 hectáreas, en la época del neoliberalismo, donde metían bala para eliminar los cocales; hoy con diálogo, con conciliación, con concertación, hemos logrado que bajen de esos 27.000, de esos 37.000, solamente a 7.000. En otras palabras, estamos limitando a lo mínimo la producción de hoja de coca en el Chapare, pero existe miopía intencionada de Franklin Gutiérrez, de Adepcoca, para no aceptar esta situación y hacer problemas", remarcó.
La autoridad dijo que, pese a los obstáculos, cuenta con el apoyo mayoritario de los productores de coca de los Yungas de La Paz y que continuará buscando consensos sin miedo.