Según la normativa vigente, el Senasag no puede autorizar la importación de maíz genéticamente mejorado. Ante ello, los productores piden al Gobierno apruebe biotecnología en maíz para la producción, consumo, comercialización e importación.
Aprobar mediante Decreto Supremo, por emergencia alimentaria, dos eventos de maíz genéticamente mejorado para la producción agrícola, consumo y comercialización, incluida la importación, es la principal propuesta de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo). Este lunes, el presidente de la organización, Fidel Flores, exigió al gobierno que autorice el uso de semillas de maíz genéticamente mejorado.
Fidel Flores, Presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo
“La solución que propone el Gobierno, de importar maíz producido con tecnología convencional para responder a la demanda actual de maíz, no es viable. Nosotros planteamos una salida real a la demanda creciente del grano, que consiste en la aprobación de dos eventos de maíz genéticamente mejorados, de tal modo que no solo puedan ser importados, sino también producidos por Bolivia para responder a su demanda interna, como debe ser, para proteger y consolidar la soberanía alimentaria”, enfatizó Flores, en una conferencia de prensa ofrecida en instalaciones de Anapo.
Además, Anapo sugiere al Gobierno que, a la vez de autorizar el cultivo de maíz genéticamente mejorado, establezca que la producción agrícola se realice de forma regionalizada solo en el departamento de Santa Cruz, en base al estudio de zonificación para uso de maíz genéticamente modificado que ha sido elaborado por el Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal (INIAF).
“Pedimos al Gobierno que autorice al INIAF la evaluación de semillas con maíz genéticamente mejorado en el marco de la normativa semillera y, una vez cumplido este paso, podremos contar con semilla validada y adaptada a nuestras condiciones locales para aprovechar mejor el potencial de esta herramienta tecnológica”, dijo Flores. Añadió que “una vez que sea emitido el decreto supremo, ya se puede autorizar de forma inmediata la importación de maíz con biotecnología de los eventos que serían permitidos para su producción y consumo en Bolivia; de otro modo nos enfrentamos a una contravención a la normativa establecida en el país”.
En condiciones normales, la producción de maíz alcanza las 900 mil a un millón de toneladas anuales; mientras que la demanda nacional llega a 1,2 millones de toneladas. “Con la aprobación del uso de biotecnología en maíz podríamos alcanzar una producción entre 1,5 y 1,6 millones de toneladas, con lo que responderíamos con soltura a la demanda nacional, sin necesidad de importar o del contrabando de maíz que ya es genéticamente mejorado”, explicó el Presidente de Anapo.
Este año, la falta de maíz es real y se debe a que la superficie de siembra viene disminuyendo gradualmente por la baja productividad que se obtiene como consecuencia del ataque de plagas, como el gusano cogollero o de condiciones climáticas adversas como la sequía, que en esta campaña de verano incluso afectó el sur del departamento de Santa Cruz y parte de Tarija.