Bolivia aparece en el Informe del Índice Global del Hambre (IGH) 2022 con 13.2 puntos, ubicándose en la posición 15 de 21 países analizados en América Latina. Desde la mirada interna, el IGH muestra marcadas asimetrías económicas, sociales y alimentarias. Santa Cruz se encuentra con la más baja incidencia de hambre, frente a Potosí que tiene el mayor índice a nivel nacional.
Ayuda en Acción, HELVETAS Bolivia y Welthungerhilfe, miembros de Alliance 2015, realizarán la presentación del Informe del IGH para Bolivia que es una herramienta multidimensional diseñada para la medición integral del hambre a nivel global, tanto en los espacios internacionales, nacionales y subnacionales.
El IGH pondera tres componentes que son medidos: inadecuada oferta alimentaria, desnutrición infantil y mortalidad infantil, por lo que los datos recopilados para el cálculo de este índice en Bolivia proceden de fuentes oficiales de información nacionales.
Si bien Bolivia no se encuentra en una posición tan favorable, su perspectiva ha ido mejorando en el comparativo regional en los últimos años pasando del puesto 19 en el IGH del año 2000; al 18, en el 2014; y, finalmente, al puesto 15 en el IGH 2022. Dentro de los países de la región. Costa Rica es el mejor puntuado con 5.3, frente a Haití que se encuentra en el último lugar con 32,7,
Para Richard Haep, Director de Programa de HELVETAS Swiss Intercooperation – Bolivia y Coordinador Pro Tempore de Alliance 2015 Bolivia "el IGH es una herramienta diseñada para lograr la medición y el seguimiento a detalle del hambre. Permite contar con información clave al respecto de la temática, facilitando definir medidas específicas y la toma de decisiones al respecto para garantizar el derecho humano a la alimentación”.
Bolivia, sin duda, ha logrado resultados macroeconómicos importantes en las últimos dos décadas a raíz de la mejora en los precios de los minerales, el gas, el petróleo, la madera y otros commodities importantes (Fundación Hanns Seidel, 2015); pero todavía persisten ciertas desigualdades territoriales en torno al desarrollo económico, lo cual se evidencia en crecimientos económicos asimétricos. Estas diferencias no solo atañan a las dimensiones sociales y económicas de la población, sino también a la alimentaria ya que el tema del acceso a alimentos es un factor determinante de la seguridad alimentaria, que a su vez depende del ingreso de los hogares.
Hay notables diferencias del IGH entre los nueve departamentos del país. Hay una brecha de 18 puntos en términos del indicador de hambre entre el departamento con menor incidencia (Santa Cruz) y el departamento con mayor incidencia (Potosí). En términos de gravedad del hambre, Santa Cruz y Beni tienen una incidencia baja; Cochabamba, La Paz, Pando y Oruro, una moderada; y, finalmente, Chuquisaca y Potosí se encuentran en una situación de hambre grave.
Por región geográfica la mayor incidencia se localizó en las zonas del altiplano del país, seguido de los territorios de valle y, finalmente, de llanos. Hasta el 2019, las tres regiones habían logrado avances importantes en el IGH. Sin embargo, a raíz de la pandemia, las zonas más afectadas fueron las del altiplano y de los valles, que tuvieron aumentos del IGH, volviendo al valor de IGH de cinco años atrás.
La respuesta a la pandemia en el 2020 generó un escenario de incertidumbre provocando una contracción del ingreso y en consecuencia del gasto familiar y el debilitamiento de la demanda interna. Durante el 2021, la recuperación de la actividad económica y el apoyo estatal para aliviar las pérdidas económicas familiares han permitido una cierta recuperación también en los niveles del IGH de las tres regiones del país. Sin embargo, los niveles del IGH todavía son superiores a la situación prepandemia. Los efectos de la guerra de Ucrania aún son difíciles de estimar y perdurarán por años. En este contexto, los sistemas alimentarios globales son especialmente vulnerables.
Este 17 de noviembre se presentará el Informe Bolivia 2022 del Índice Global del Hambre (IGH). La publicación que también analiza los causantes del hambre lo que permite el desarrollo de recomendaciones mostrará por qué debemos estar conscientes de la gran desigualdad en la región oculta en parte la situación de los más vulnerables, lo que ha sido uno de los motivos de elaborar por primera vez un informe para Bolivia.
El evento público se llevará a cabo en la Cinemateca Boliviana a las 18:00.
El IGH pondera tres componentes que son medidos: inadecuada oferta alimentaria, desnutrición infantil y mortalidad infantil, por lo que los datos recopilados para el cálculo de este índice en Bolivia proceden de fuentes oficiales de información nacionales.
Si bien Bolivia no se encuentra en una posición tan favorable, su perspectiva ha ido mejorando en el comparativo regional en los últimos años pasando del puesto 19 en el IGH del año 2000; al 18, en el 2014; y, finalmente, al puesto 15 en el IGH 2022. Dentro de los países de la región. Costa Rica es el mejor puntuado con 5.3, frente a Haití que se encuentra en el último lugar con 32,7,
Para Richard Haep, Director de Programa de HELVETAS Swiss Intercooperation – Bolivia y Coordinador Pro Tempore de Alliance 2015 Bolivia "el IGH es una herramienta diseñada para lograr la medición y el seguimiento a detalle del hambre. Permite contar con información clave al respecto de la temática, facilitando definir medidas específicas y la toma de decisiones al respecto para garantizar el derecho humano a la alimentación”.
Bolivia, sin duda, ha logrado resultados macroeconómicos importantes en las últimos dos décadas a raíz de la mejora en los precios de los minerales, el gas, el petróleo, la madera y otros commodities importantes (Fundación Hanns Seidel, 2015); pero todavía persisten ciertas desigualdades territoriales en torno al desarrollo económico, lo cual se evidencia en crecimientos económicos asimétricos. Estas diferencias no solo atañan a las dimensiones sociales y económicas de la población, sino también a la alimentaria ya que el tema del acceso a alimentos es un factor determinante de la seguridad alimentaria, que a su vez depende del ingreso de los hogares.
Hay notables diferencias del IGH entre los nueve departamentos del país. Hay una brecha de 18 puntos en términos del indicador de hambre entre el departamento con menor incidencia (Santa Cruz) y el departamento con mayor incidencia (Potosí). En términos de gravedad del hambre, Santa Cruz y Beni tienen una incidencia baja; Cochabamba, La Paz, Pando y Oruro, una moderada; y, finalmente, Chuquisaca y Potosí se encuentran en una situación de hambre grave.
Por región geográfica la mayor incidencia se localizó en las zonas del altiplano del país, seguido de los territorios de valle y, finalmente, de llanos. Hasta el 2019, las tres regiones habían logrado avances importantes en el IGH. Sin embargo, a raíz de la pandemia, las zonas más afectadas fueron las del altiplano y de los valles, que tuvieron aumentos del IGH, volviendo al valor de IGH de cinco años atrás.
La respuesta a la pandemia en el 2020 generó un escenario de incertidumbre provocando una contracción del ingreso y en consecuencia del gasto familiar y el debilitamiento de la demanda interna. Durante el 2021, la recuperación de la actividad económica y el apoyo estatal para aliviar las pérdidas económicas familiares han permitido una cierta recuperación también en los niveles del IGH de las tres regiones del país. Sin embargo, los niveles del IGH todavía son superiores a la situación prepandemia. Los efectos de la guerra de Ucrania aún son difíciles de estimar y perdurarán por años. En este contexto, los sistemas alimentarios globales son especialmente vulnerables.
Este 17 de noviembre se presentará el Informe Bolivia 2022 del Índice Global del Hambre (IGH). La publicación que también analiza los causantes del hambre lo que permite el desarrollo de recomendaciones mostrará por qué debemos estar conscientes de la gran desigualdad en la región oculta en parte la situación de los más vulnerables, lo que ha sido uno de los motivos de elaborar por primera vez un informe para Bolivia.
El evento público se llevará a cabo en la Cinemateca Boliviana a las 18:00.